lunes, noviembre 02, 2009

Lovermarks


Albert Einstein decía que al principio todos los pensamientos pertenecen al amor y que después, todo el amor pertenece a los pensamientos. Es un tema muy complicado hablar acerca de la relación entre lo racional y lo emotivo dado que en muchas ocasiones dejamos que las decisiones de “cerebro” las realice el “corazón” o viceversa. Actualmente esto ocurre, cada vez en mayor medida, en el mundo del consumo.

Existen marcas con las que nos sentimos altamente identificados e inspirados, que nos llaman a establecer una relación más estrecha con el producto o servicio; mientras que existen otras que ni siquiera logran llamarnos la atención. Es por esta razón que nos encontramos con un nuevo término en el mundo de los negocios: el lovemarking, el cual se refiere una innovadora manera de acrecentar la lealtad de los clientes involucrando aspectos preponderantemente emocionales.

El consumidor necesita de productos y servicios que se identifiquen con él, incluyendo sus ideas, valores e incluso sus sentimientos. Hoy en día el pensar que una marca pueda generar cierta emoción y cariño no es nada descabellado, incluso se ha comprobado que el tener un elevado sentido de identidad con la marca incentiva la lealtad hacia ella y por lo tanto se incrementan las ventas. Pero lograr esto no es nada sencillo, se necesita de comunicación inteligente, calidad en la oferta e innovaciones constantes; sin mencionar que este proceso puede tomar un período muy largo de tiempo.

Haciendo un esfuerzo por simplificar los elementos del corazón humano nos encontraríamos que está conformado por amor y respeto; lo cual es preponderantemente lo que buscan las empresas con sus clientes. De igual manera; que en las relaciones personales; el misterio, la intimidad y la sensualidad toman un papel muy importante. El primero se refiere a todo lo que no se conoce de la marca así como las expectativas futuras. La segunda al compromiso de la empresa por acercarse al consumidor, demostrando empatía. La tercera a aquellos elementos relacionados a los sentidos, altamente relacionada con la estrategia publicitaria.

Partiendo de estas ideas nos encontraremos con que aquellos productos que logren inspirar en gran medida estos sentimientos se convertirán en lovemarks. En todos los demás casos tendremos marcas tradicionales o simples productos. No dudo que sea una idea demasiado cursi para muchos. Algunos pensaran que es ridículo relacionar con el amor lo que ven como una simple transacción, sin embargo es indiscutible que una estrategia de posicionamiento eficiente tendrá que considerar cada vez en mayor medida estos elementos si lo que quiere es tener clientes leales y recurrentes.

Las marcas exitosas serán aquellas que logren comunicar asertivamente el ambiente adecuado en el que sus compradores actuales y potenciales deseen pertenecer, que logren enlazar a la compañía, las personas y las marcas; y que inspiren lealtad sin que se les juzgue exclusivamente de manera racional.

Les recomiendo mucho el libro de Kevin Roberts, “El futuro más allá de las marcas” en donde se trata este tema a profundidad y se muestra una visión en la que el amor se ha convertido en un elemento de éxito para las empresas.

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